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Arquitectos: NOZ Arquitectura
- Área: 430 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Fernando Guerra | FG+SG
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La tradición arquitectónica del Alentejo se define por la simplicidad de forma, los espacios funcionales y una profunda conexión con el clima y el paisaje. En la cima del Monte Alvo, la casa es de una sola planta, posicionada para aprovechar al máximo la orientación solar y garantizar el confort térmico durante todo el año.
El techo a dos aguas con tejas cerámicas, las paredes encaladas, la gruesa mampostería y las chimeneas evocan la memoria constructiva de la región y la asumen en el presente. Las chimeneas sobredimensionadas, centrales en la identidad de la casa, van más allá de su función de extracción de humo: también permiten la ventilación natural, fomentan el enfriamiento pasivo e introducen luz cenital difusa, reduciendo la dependencia de sistemas artificiales.
El arco, un elemento vernáculo empleado con simplicidad, se reintroduce para definir entradas y organizar la espacialidad. Un eje longitudinal atraviesa la casa, conectando las fachadas laterales y los alas internas. En la cocina, el arco se extiende en un techo curvado, aportando continuidad a la secuencia espacial.
El edificio original albergó a diferentes familias a lo largo del tiempo, incorporando cinco viviendas independientes dentro de un solo volumen, cada una con su propia entrada. Esta condición histórica se convirtió en el punto de partida del proyecto, que buscó preservar y reinterpretar el carácter colectivo y familiar del lugar. La nueva casa se organiza en tres unidades independientes, cada una con una entrada privada, permitiendo el uso por múltiples generaciones de la misma familia mientras mantiene un sentido de unidad.
El proyecto establece un diálogo constante con su entorno natural. Dos grandes aberturas intensifican la conexión con el paisaje y permiten una vida al aire libre directa. La elección de un volumen punteado principalmente por puertas asegura una permeabilidad permanente entre el interior y la naturaleza.
La sostenibilidad en Monte Alvo está anclada en estrategias pasivas e infraestructurales cuidadosamente consideradas, adaptadas al clima cálido y seco del Alentejo. La fachada orientada al sur está protegida por una pérgola de paja que proporciona sombra natural y reduce la exposición solar directa. Las aberturas fueron dimensionadas y distribuidas para maximizar la ventilación cruzada, minimizando el consumo de energía. Se utilizaron materiales locales, como cal y piedra, para asegurar la inercia térmica y reducir la huella ambiental.
